Grupos de base en Lempira se fortalecen en Técnicas Agroecológicas

Lempira – Como parte del ejercicio del derecho a la soberanía alimentaria y el inicio de procesos de recuperación de sistemas de producción en base a semillas orgánicas campesinas se desarrolló el taller de Técnicas Agrícolas en Lempira con tres grupos de base.

Nuevo Renacer, Campesinas en Acción y Brisas del Campo fueron los tres grupos de bases campesinas que conocieron y aplicaron diversas técnicas agrícolas para la siembra en sus huertas y en el trabajo de sus Iniciativas Económicas.

Para Matías Sánchez, promotora de Lempira, las prácticas agroecológicas no es algo nuevo en CODIMCA pero si para estos grupos y para algunas de las socias  ya que es la primera vez que lo aplicarán y esto les motiva para seguir aprendiendo.

En el caso de los grupos Nuevo Renacer y Campesinas en Acción una de las Iniciativas Económicas que han desarrollado con gestiones a nivel local es centro avícola de gallinas ponedoras y con la técnica de lombricultura podrán adaptarla y mejorar sus sistemas de producción.

Para Brisas del Campo ha sido una necesidad ante los escases de maíz blanco y se trabaja en la instalación de una parcela agroecológica y con ella se visiona asegurar la materia prima para el sostenimiento de su iniciativa económica “Centros de Procesamiento de Harinas” y poder convertirse en el futuro de proveedoras a otros grupos.

Fotografía: Matias Sánchez.

“Para mí fue exitoso porque no habíamos trabajado con lo orgánico”

María Isabel Alvarado, es parte del grupo de base “Brisas del Campo” de la Aldea Rancho Grande de Lempira. La experiencia que ella y sus compañeras vivieron fue exitosa y les dio la oportunidad de adquirir más conocimientos en agroecología y llevarlo a la práctica.

“La experiencia fue bonita porque todas compartíamos en hacerlo. La facilitadora nos pidió que lleváramos cada una alguna cosa y todas metíamos las manos en el abono”, comenta María.

María cuenta que en su Iniciativa Económica han recibido aportes y asesoría técnica de CODIMCA, como un molino que sirve para el trabajo con granos secos y húmedos. Además, el grupo realiza actividades semanales para generar ingresos extras.

María Isabel Alvarado, integrante del grupo de base “Brisas del Campo” .
Fotografía: Matías Sánchez.

“Hay tiempos que, si nos va bien, aunque a veces la economía no esta tan buena es cuando se vende menos, pero así vamos trabajando y el grupo hace actividades al mes a parte de la harina”, dice.

Para María hacer conciencia a las socias sobre lo aprendido les ayudará a seguir trabajando de manera orgánica en las parcelas de sus familiares. Cabe resaltar que ninguna de las mujeres cuenta con una parcela de tierra debido a las limitantes que impone el Estado de Honduras en la política pública de la Reforma Agraria.

Otro de los aspectos que rescata María es que la producción de los abonos es orgánica y saludable, ya que se fortalece el suelo y el cuerpo de las mujeres no se vería perjudicado por el consumo de químicos.

“Invito a dejar la pereza y fabricar el abono local. Si nosotras damos el tiempo y todo lo tenemos alrededor. Hay que ver lo exitoso que es la técnica que CODIMCA nos está facilitando”, recalca.

Los talleres de formación fueron facilitados por Ingrid Mateo, integrante del grupo de base “Campesinas en Acción”, quien fue parte de la Instituto Agroecológico Latinoamericano con sede en Nicaragua en 2018.

Ingrid compartió con los tres grupos de base distintas técnicas, entre ellas: lombricultora, abonos orgánicos, biofertilizantes y caldos botánicos para controlar plagas y enfermedades. “Se deja los agrotóxicos de lado y los sustituimos por materiales que encontramos en la zona”, dice.

Ingrid Mateo (camisa verde).
Fotografía: Ingrid

Aplicando el principio de la educación popular “aprender haciendo”, las afiliadas de CODIMCA se capacitaron con teorías, pero a la par desarrollaban prácticas en las huertas campesinas.

“En los talleres se hizo la práctica de bocashi, abono orgánico, de un compostero, de un biofertilizante todo en base a estiércol, carbón, cenizas, todo lo que se encuentra la casa y siempre dándole el manejo de remover para lograr mayor descomposición”, indica.

Para Ingrid una de las complicaciones que tienen las mujeres es no contar con una parcela de tierra ya que limita las prácticas agroecológicas que pueden desarrollar. Por ello, CODIMCA con el apoyo de We Effect han impulsado acciones de incidencia que visibilicen la desigualdad que viven las mujeres en acceso y la distribución de la tierra, lo cual impide su crecimiento económico.

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